Día 5: Déjate sorprender…

Diario de Viajes

Día 5: Déjate sorprender 😎

Itinerario: Go with the flow

Diario……. 2 de marzo 2019 📖 ✏️📝

Bloguito son varios días desde que no te pongo al día, en realidad semanas, bueno, está bien 🤥, meses para ser un poco más honesta. Excusas para inventarte tendría muchas, como que…. no he tenido internet —en realidad si he tenido, pero es un poco lento—, que no hay luz, que se me perdió el cargador de la compu —por poco y sí se me pierde—, que se vino una tormenta tropical y tuve que evacuar o que los aliens 👽 se han apoderado del meridiano en donde estoy y producto de la invasión no he podido escribirte.

La verdad es que, estos últimos días me he desconectado del mundo, incluso, perdí la noción del día de la semana en la que estoy

Como todas las mañanas de los últimos cuatro días en esta isla, la dinámica es sencilla y repetitiva: despertar con los cánticos agudos de los gallos, —una soprano tendría envidia— respirar profundo y oler el mar, SÍ, ese olor a sal y pescado que me recuerda que estoy en una isla en el caribe a más de 70 kms del continente, prepararme un café, desayunar bajo la serenata de los pájaros que cantan con una alegría como si fuese el primer día de primavera, y disfrutarlo en la terraza junto a los 27º C a las 7:30am —me puedo imaginar el calor que hará al mediodía—, alistarme e irme a la playa.

     Hoy no tengo planes específicos, los buceos aquí en Roatán se acabaron. Mi host de couchsurfing me dijo que en la noche irá a un bar en la playa con una amiga, tocan música en vivo, por si me animo a ir, ayer quedamos de vernos con Chalo y Eve, mis amigos chilenos por ¨ahí¨ sin especificar hora ni lugar —¡Nos vemos mañana en la playa! —como si fuera tan fácil de encontrarnos 😜. Al parecer el Island Time empieza a surgir efecto: que todo fluya y que nada influya… así que me dejaré sorprender por la espontaneidad del día.

Voy caminando rumbo a la playa, cuando escucho un bip bip 🚙 —se me había olvidado contarte que aquí los taxis tocan el pito=bocina=claxon, para anunciar que van disponibles—. No presto atención, me faltan si acaso 500 mts para llegar a la entrada de la playa, y no voy a pagar un taxi por tan poca distancia, sigo caminando —bip bip —de nuevo—. Y como soy poco curiosa, vuelvo a ver, resulta que es mi segundo amigo de Roatán, Ariel, el chico de la tienda de artesanía reciclables.

  • —Hola Ariel, ¿Cómo estás? —respondo con asombro mientras muevo la mano saludándolo.
  • —Bien y ¿tú? ¿Para dónde vas? —respondiendo el saludo con la mano al igual que yo.
  • —¡Pura vida!, pues para la playa🤷🏼‍♀️ —en realidad no hay muchas opciones más que la playa, con esta pinta de turista, embetunada con bloqueador 50FPS, extra resistente al agua, de esos que te dejan una capa blanca, casi lista para interpretar una obra de arte como Geisha.
  • —¡Vamos te llevo! —mientras hace un gesto con la mano derecha para que cruce la calle.
  • —Graaaaaaacias —sin pensarlo dos veces, cruzo la calle, para aprovechar el ride.

Abro la puerta del Jeep descapotable, completamente descapotado, el aire acondicionado encendido a todo dar —no sé para qué si el carro no tiene techo ni ventanas 🤷‍♀️— saludo a mi segundo nuevo amigo y emprendemos camino a la playa.

Ariel además de trabajar en la tienda de artículos reciclados, imparte clases y talleres de pintura tanto para grupos privados como huéspedes de distintos hoteles en West Bay y West End, su pagina de FB es Dip & Sip Roatán, en caso que anden por la zona y se animen a realizar un taller.

En el camino hacia la playa, con música caribeña de fondo, me comenta que, justo hoy tiene una clase en la tarde en un prestigioso hotel 5 estrellas de West Bay, y debe pasar a dejar parte de sus herramientas para el taller, —¿me quieres acompañar? ¡así conoces el hotel! —pregunta. —y aunque la respuesta es un poco obvia, en un tono muy sobrio respondo —sí, no tengo problema— o sea, hellooooo…… estoy que salto, bailo y brinco de la emoción, en mi bajo presupuesto mochilero, para lograr sobrevivir estos meses, está completamente fuera de mi alcance poder alojarme o incluso pagar la entrada por el día a uno de estos resorts 🤩.

Camino a West Bay

El típico trayecto que siempre he hecho en water taxi hacia West Bay, ahora lo estoy haciendo en carro. Mientras la música sigue sonando al mejor estilo rasta, personas caminan por la carretera rumbo a la playa, no puedo controlar la emoción de ir en el carro descapotado, me parezco a mi perrita Camelia 🐶cuando salía a pasear en carro (RIP). Sacando la cabeza por la ventana y por el techo, sólo me falta sacar la lengua y saborear el aire —cuesta respirar cuando el viento pega directo en la nariz—. Mi pelo baila al compas de la melodía del viento y de la velocidad a la que vamos, la humedad y el frizz, hace que la similitud con Tío Cosa, sea sólo un detalle de género.

     Llegamos al hotel 👀, entro como si fuese una huésped más, mientras Ariel hace su trabajo, yo me paseo por el hotel, con el mismo asombro de Thalia en la novela Marimar, cuando llega a la gran ciudad, ve los edificios 🏨 de tres pisos y las personas visten distinto, algo así pero en versión playera⛱ , tomo fotos como si nunca hubiese visto una piscina con efecto infinito al mar de aguas turquesas en mi vida, casi sacado de un cuento de hadas. A tan solo 10 pasos de la salida de la piscina —los conté— hay un bar que proporciona todo tipo de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, así como comida a la carta, el bar está ubicado en la playa, literalmente, así que para disimular que ¨no soy de aquí¨ me siento al bar y pido un mojito, son casi las 12 medio día, sé que vas a pensar que tengo problemas de alcoholismo🙄, pero ¡estoy de vacaciones y !hace calor!. Para tu tranquilidad Bloguito, también pedí comida para almorzar 😇

Después del almuerzo, Ariel se despide ya que tiene que trabajar, yo me quedo disfrutando de la playa color turquesa con agua cristalina, camino un poco hasta encontrar una sombra debajo de una palmera, —no pienso pagar 25USD por una sombrilla—. Extiendo mi manta con forma de mandala, me pongo cómodo, saco mi diario físico de viajes 📓, no te pongas celoso, en él escribo los primeros borradores, hago apuntes y rayas, va sin fotos y además, no es tan lindo como tú 💖.

Son las 4:30pm, sigo sentada bajo la misma palmera, ya dormí, me metí al mar, escribí, me volví a dormir, cuando de pronto, veo a venir a Chalo y Eve, efectivamente nos encontramos por ahí en la playa. Van a hacer snorkeling en una barrera de coral, y ver el atardecer, así que me les uno.

Atardecer con los chiquillos, después de una jornada de snorkel en West Bay

🦑 🦐 🦀 🐡 🐠 🐟

Ha sido un día relajado y diferente, el sol se ha ocultado, y las mesas de los restaurantes que dan vida a las noches de verano, han salido, me pongo en contacto con mi Host para encontrarnos en el bar, y mientras voy caminando por la playa, me encuentro con Ariel, anda disfrutando de las bondades del caribe🍻 —¿para dónde vas?. —le comento mis planes. —ok, pero antes tienes que probar las mejores papas fritas de la zona en GI´s Fries. —está bien, vamos 🥔 🤤.

Escenario con el que me encuentro en el local de comida ➡️

¿Papas fritas o un shot para abrir el apetito?

Estoy very confundida 🧐

🥃 + 🥔🍟 = 🤤😋😎

Las papas fritas son todo un éeeeeeeexito, son de esas papas fritas no grasientas, tostadas y crujientes, ademas son papas de verdad, cortadas con cáscara, y fritadas en el momento de ordenar, con la cantidad de sal suficiente, crujientes, con salsa de tomate y mayonesa, perfectas para acabar con el hambre de la noche —me antojé de unas papas fritas—. ¡Las devoramos!!!

Finalmente llego al bar, el ambiente con música en vivo es muy alegre, me quedo alrededor de 1 hora disfrutando, pero el cansancio me gana y solo pienso en llegar a sacarme la arena y la sal del cuerpo con un rico baño —ya ni los mosquitos se me acercan—. Además, mañana es domingo y los domingos se baila punta en Punta Gorda, iré con Chalo y Eve.

Nos estamos hablando Bloguito, es hora de dormir!!!! ✌️ 

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